CURIOSIDADES DE LA LUNA





No existe un “lado oscuro de la Luna”:


“The dark side of the Moon”- "El lado oscuro de la luna", es uno de los mejores discos de la historia del rock, pero no más que eso y no existe tal cosa como un lado oscuro de la Luna. Aunque muchas veces hemos escuchado hablar sobre esto, lo cierto es que en realidad existe un lado de la luna que nunca hemos podido ver desde la Tierra. 

Hace mucho tiempo atrás, los efectos gravitacionales de nuestro planeta fueron enlenteciendo la rotación de la Luna sobre su propio eje, tanto como para que hoy, su período rotacional coincide con el orbital (el tiempo que tarda la Luna en realizar un giro completo alrededor de la Tierra) en un efecto estabilizador. Ahora la Luna gira una vez alrededor de la Tierra al mismo tiempo que gira una vez sobre su propio eje y como resultado, todo el tiempo vemos la misma cara desde la Tierra, no existe un lado oscuro de la Luna.

Pueden haber terremotos en ella.


En los diversos viajes espaciales que se realizaron con destino a la luna, se realizaron numerosas pruebas geológicas para conocer mejor el suelo del satélite, descubriendo así que en términos geológicos, no se trata de un lugar inactivo o completamente muerto. Mediante el uso de sismógrafos se detectaron pequeños sismos en algunos lugares, los cuales se habrían de originar varios kilómetros debajo de la superficie y se estima que son provocadas por los tirones gravitacionales que en ésta provoca la Tierra. En ocasiones, hasta pequeñas grietas y fracturas aparecen en el suelo, dejando escapar ciertas cantidades de gas.


No es redonda.

Aunque no lo parezca, en realidad la Luna no es redonda ni esférica, la Luna tiene forma de huevo. De hecho, si la observas detenidamente verás que el centro de la masa no coincide geométricamente con el resto del satélite, pues no es un círculo. Por el contrario, en la Luna ocurre algo muy similar a lo que ocurre en la Tierra: la Luna es achatada en los polos y sobresale en lo que sería su ecuador. Ello se debe a su movimiento de rotación sobre sí misma.

Tira de nuestros océanos provocando las mareas.


La Luna es la principal responsable en el funcionamiento de  las mareas de la Tierra, seguida por el Sol, que en menor medida, también ejerce su influencia. Ya hemos visto cómo es que funciona y como Isaac Newton determinó al formular su teoría de la gravedad, el nivel del mar se altera debido a la influencia producida por el campo gravitacional de la Luna y del Sol sobre la Tierra, existiendo así dos tipos de mareas: las solares y lunares. Ambas consisten en una variación del nivel del mar que oscila entre Marea Alta o Pleamar y Marea Baja o Bajamar, siendo la primera el máximo nivel y la segunda el más bajo.


Se aleja de nosotros cada vez más.


Mientras leías esta publicación, la Luna estaba alejándose de nuestro planeta, sigue alejándose ahora y seguirá haciéndolo hasta desaparecer. Es que la luna le quita energía rotatoria a la Tierra de forma constante y esa energía la propulsa aproximadamente a unos 4 cm de su órbita. Los expertos señalan que cundo se formo la luna, hace unos 4.6 millones de años de años atrás, la Luna se encontraba a unos 22.530 km de la Tierra, hoy se encuentra a más de 450.000. Mientras que la Luna se sigue alejando de nuestro planeta, la tasa de rotación de la Tierra también se desacelera, lo que lenta y casi imperceptiblemente vuelve a nuestros días más largos. Las consecuencias en las mareas serán tremendas, cambiarán nuestra rotación planetaria y darán lugar a cambios inimaginables. Dentro de miles de millones de años, nuestros meses tendrán una duración aproximada de unos 40 días actuales.


Hay agua en las profundidades de la Luna

En efecto, es el hallazgo sobre la Luna más reciente, dado a conocer hace tan solo unas horas por la NASA. Los científicos ya sabían con antelación que existen depósitos de agua helada en el fondo de los cráteres lunares y moléculas del líquido elemento en sus minerales, pero ahora han encontrado en la superficie lunar agua en forma de partículas con una procedencia completamente distinta. Se trata de «agua magnética , que llega de las profundidades del satélite y de una fuente desconocida.


La Tierra pudo tener dos lunas


Científicos de la Universidad de California en Santa Cruz y la de Berna sostienen que una segunda luna, más pequeña, se formó casi al mismo tiempo que nuestro satélite. Ese mundo sobrevivió apenas un puñado de millones de años, para chocar finalmente contra la Luna que conocemos y aplastarse, literalmente, contra su superficie.
Como ya explicaron estos investigadores en 2014, en un artículo en Nature, la “colisión lenta” de la Luna con ese segundo satélite más pequeño podría explicar por qué las dos caras de la Luna son tan diferentes. Según su teoría, ambos satélites se fusionaron en uno solo hace millones de años tras un encuentro que duró varias horas y que dio como resultado la única Luna que podemos ver en la actualidad.

 

La Luna, un pedazo de la Tierra.


La teoría más aceptada respecto a la formación de la Luna sugiere que esta apareció hace unos 4.500 millones de años, a principios de la historia del Sistema Solar, cuando un enorme cuerpo planetario del tamaño de Marte, conocido como Theia, chocó brutalmente contra la Tierra. Los residuos que salieron disparados en el encuentro conformaron nuestro satélite natural, que quedó en órbita. Los científicos no se ponen de acuerdo respecto a muchos detalles de este evento y tienen importantes dudas al respecto que solucionan con distintas hipótesis. La última idea, muy novedosa y algo atrevida, ha sido lanzada por investigadores de la Universidad Western Cape y de la de Ámsterdam, que sugieren que no se produjo ningún choque, sino que la Luna fue originada tras la explosión de un generador nuclear natural fuera de control en el manto de la Tierra.




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